...Glauka me llamas, mi niña, cuando tú eres el mar agazapado en esa increible sonrisa de vida.
Se llamaba Estrella y tenía los dedos largos de tanto alcanzar océanos. Su risa era el estandarte coqueto que iluminaba universos. Su boca sabía a agua y pez.
Niña sus labios grandes...
Y claro, claro que te amé, sentada sobre el sofá de lienzos de un muchacho triste.
Te amé tanto que a tus cartas llamé aire y a tus letras mar.....mi Estrella..
No hay comentarios:
Publicar un comentario