lunes, 7 de marzo de 2011

Bosque blue.



Y me pregunto si será esa la causa por la que siempre me canso de todo. Qué más da. No importa, no es nada malo. Belén Ávalos dice que sí, que no diga eso, que suena muy mal. No sé porqué si es la verdad. Yo me canso de todo y no sé amar ni dejar que lo hagan.

Quiero estar sola, para dar una y mil vueltas sobre este jardín laberíntico y oscuro. Este de Portugal, por ejemplo, salvaje, desbocado y espeso. Ni siquiera yo puedo controlarlo, ya lo aprendí. Tan solo recorrerlo, una y mil veces, idénticas pisadas sobre la hojarasca. Y ese mar, alguien lo trajo hasta aquí, con el oleaje de ayer, ( el agua gris, hiriente, como esa naúsea en el estómago, las olas rotas, rotas, rotas y la bilis) simplemente lo cortó y lo soltó aquí, en este bosque ( por si acaso no fuera ya suficiente con todo lo demás...). Me encuentro con él, durante el paseo y me sitúo de frente. Es lo único que puedo hacer. Está anocheciendo ( siempre es la misma hora en este bosque) y hace frio. El mar es una bestia gigante, que me amenaza y yo me dejo caer sobre ese pétreo manto de hojas. Hay humedad pero no importa. Es que no hay alternativas. No las hay..

Me quedo postrada, tumbada sobre el costado derecho. La mirada fija en esas olas frias.
Estoy llorando pero no duele nada, tampoco hace ruido. Al final, mucho después cierro los ojos y me dejo ir, despacio, hacia el fondo del pozo..

3 comentarios:

Guijarro dijo...

El mar.... esa bestia gigante, que todo lo atrapa... gris, y no azul... olas coronadas de espuma....

Me gusta mucho, Rakel.

Cyrano de Bergerac dijo...

Decir que me gusta ya es reiterativo. A lo mejor decir que es conmovedor, es poco. No sé... ¿Perfecto tal vez?. Gracias.

Politicamente Incorrecto dijo...

--Tremendo...como Arjona...dificil y sencillo al mismo tiempo...me impresionó. Iván Curra. Miami.